Por la calle observo a través de una ventanilla del vehículo en que me transporto cada día hacia las avenidas y me llama la atención la cantidad de letreros de negocios.
- Se arreglan prendas
- Se cargan baterías
- Se vende este local
- Chicharrones calientitos todos los días
- Se renta este local
- Se arreglan televisiones
- Se vende este negocio
- Se renta este local
- Se renta este local
Avanzas por las avenidas y te encuentras un escenario similar y suelo cuestionarme ¿Por qué habrán cerrado ese negocio? ¿Por qué hace tiempo que se no renta ese local? He pasado y cada vez se ve más abandonado.
Recordé una frase que escuché por ahí: " El éxito no es lo que haces; el éxito es cómo lo haces"
Una sentencia que da como conclusión el fracaso de infinidad de negocios. Esas personas incluso pensaron en nombres bastante creativos para su negocio, seguro con gran ilusión por haberse atrevido a emprender, por fin dejar atrás la sombra del desempleo o la esclavitud corporativa que algunos empleos representan; y ahora, habían abandonado aquello que con entusiasmo y amor un día imaginaron. Quizá un imprevisto; falta de capacitación; desconocimiento del mercado; falta de crédito o capital; etc. llevó a ver morir su sueño. Por infortunio, ninguna de estas es la razón más recurrente, pues la mayoría de las ocasiones es por falta de apoyo de su propia familia, del cónyuge sobre todo, quien suele tener miedo a su marido que actúa como un loco, que se le ocurre cada idea descabellada; en lugar de cuidar su empleo, donde la seguridad social y el Estado la hacen sentirse un poco segura.
Si el éxito no es lo que haces; más bien cómo lo haces ¿qué tiene que ver con la apatía? Pues diría que bastante o una buena parte. Cuando has tenido ese momento de inspiración; cuando has encontrado aquello que te provoca un latido más fuerte y más rápido; cuando ya te viste haciéndolo, necesitas tomar una decisión importante: atreverte a defender tu idea y tu sueño, al grado de poner atención en los detalles y en darle tu toque singular pues cuando te decides a emprender, ayúdate diferenciando tu producto.
Existen modelos de negocios que te permiten probar tu creatividad y pasión de manera más tranquila y segura para tu familia. Es la ventaja del multinivel para un emprendedor: no requieres grandes capitales para iniciar tu inversión; no necesitas pagar una renta mensual para la comercialización de los productos porque no requieres un gran stock de mercancías y puedes ir creciendo con confianza de manera gradual a tu ritmo apoyado por otros visionarios con experiencia.
Cuando surge el genio creativo las posibilidades son infinitas.
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