Mientras estoy en mi programa de cardio me dedico a meditar mientras transpiro. A medida que avanzan los minutos mi cuerpo se va perlando de gruesas gotas de sudor; un delicioso dolor recorre mis extremidades, sé que cada músculo de mi cuerpo está trabajando y mi mente también.
El gimnasio se parece al negocio de multinivel porque, al igual que en la vida, mucho de lo que acontece depende de uno mismo. En el acondicionamiento físico tu evolución y tu avance dependen exclusivamente de ti; no se puede culpar al instructor, la rutina o los aparatos, porque el compromiso y la responsabilidad son exclusivas de la persona que se ejercita. En el multinivel es igual, no vale culpar al patrocinador, al tiempo o a los productos porque, al igual que en el fitness asumir que debo llevar a cabo mi tarea y que nadie me presiona, me tengo que responder a mi por lo que hago o dejo de hacer.
Nadie ha de venir a cuestionarte por tus malogradas rutinas; si hiciste gala de tus habilidades para justificar tu poco o nulo esfuerzo; a nadie le importa porque en resumidas cuentas, tanto en el gimnasio, como en el multinivel, ambos resultados sólo te conciernen a ti.
Te contaré que el gimnasio donde acondiciono es hermoso: tiene un centenar de aparatos casi nuevos, novedosos y un área de evoluciones de gimnasia rítmica; el dueño ha puesto a disposición de quien se quiera inscribir como socio, un inspirador santuario para el cuerpo femenino. Vale cada peso que desembolsas.
Aquí en el multinivel, al igual que el dueño del gimnasio, alguien tuvo un sueño que quiso compartir con millones de personas, lo patentó e invitó a todos aquellos a que, con una membresía, tengan una vida saludable y emotiva, lo que vale cada centavo puesto en la balanza.
Mas ¿qué sucede si a pesar de que pague mi mensualidad en el fitness no cambia mi cuerpo? ¡No me veo más saludable, no me siento más lleno de energía, no me siento más relajado, inspirado ni nada! E igual en el multinivel, me he inscrito; sin embargo, ¡no me siento más saludable, ni soy más rico, ni me siento con libertad de tiempo ni financiera!
¿Qué pasó?
Que de nada sirve que otros hayan construido con su sueño un emporio y lo hayan puesto al disfrute de todo el mundo si se vaga con la vieja creencia del golpe de suerte. Te platico qué es. Existen personas en el mundo que se pasan una vida esperando que un evento fortuito cambie de tajo el rumbo de sus vidas, así que se la pasan comprando cachitos de lotería, raspadores de la suerte, boletos de rifas, y en algunos casos, membresías de negocios; no obstante, la tan anhelada vuelta de la rueda de la fortuna no les sonríe.
Es errado y absurdo creer que porque me inscribí en el gimnasio bajaré diez kilos, tonificaré mis músculos y me veré más apetecible sino acudo regularmente y cumplo a cabalidad con mis rutinas a conciencia.
Es lo mismo en el multinivel: jamás habrá resultados visibles si me inscribo y por ese simple hecho creo que todo vendrá solito y por añadidura, pues si alguien te dijo, es un negocio bien fácil... lamento decir que, si quieres vida saludable, libertad financiera y ganancias tendrás que poner algo más que la inversión para comprar la entrada.
Tanto en el gimnasio como en el multinivel, se requiere de compromiso, responsabilidad, disciplina, estrategia, entrega, pasión y coraje, tenacidad y perseverancia. A veces ocurre que veo a personas con cuerpos que parecen esculpidos por los dioses y me miro junto a ellas y me siento un total fracaso, porque al igual que en el multinivel, cada quien lleva su paso, unos ya iniciaron hace mucho más tiempo, o han trabajado más duro y más consistente; así que los resultados nunca serán los mismos en todos los casos.
Algunas mañanas cuando entro al gim, ¿Sabes a qué huele? No a la transpiración de decenas. Huele a hambre de triunfo. Cuando volteo y veo el rostro de todas esas mujeres, sé que están ahí porque están trabajando para cristalizar un sueño, están ahí porque son luchadoras tenaces, están ahí porque quieren hacer la diferencia ante el mundo que las rodea, cuando veo cómo trabajan arduamente, sé que están convencidas de ello, que si hoy les sale un reto duro afuera dirán: hoy en la mañana levanté sesenta kilos en vilo, escalé treinta minutos, ¡esto también no es nada!
En resumen, tanto en el gimnasio como en el multinivel, se requiere actitud y carácter antes que fuerza y vigor.
Actitud para enfrentar los retos y carácter para sortear los obstáculos con valor.
En el multinivel como en el gimnasio, aunque estés rodeado de personas mentalizadas para el éxito, si tú no lo experimentas en ti, no tendrás los resultados que deseas porque, en el multinivel como en el gimnasio, del único que depende es de ti.
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