Esta es mi breve historia porque no quiero aburrirte...
Hace un año el declive de mi carrera fue más notorio que nunca. Después de casi catorce años de dedicarme al sistema financiero, entre altas y bajas, me encontré con el desgaste por el estancamiento. Como soy de mente creativa, sino estoy 'ideando' algo, tiendo a aburrirme muy fácil. Durante los nueve años de mi vida dedicados a un monstruo corporativo de la industria financiera adquirí muchas habilidades y aproveché para concluir algunas asignaturas de mi carrera pendiente, que por diversas razones familiares había postergado.
Mis planes eran aguantar un poco más en ese empleo que ya no representaba para mi una oportunidad de realización; pero la delgada línea de qué pendía mi seguridad se había desvanecido por completo; los eventos del año pasado aceleraron el proceso; para entonces ya me encontraba con la factibilidad de comenzar con una iniciativa por mi cuenta; al encontrarme en la declive económica que representó la reducción drástica de ingresos en mi trabajo derivado de que, por una reforma en la Cámara de Senadores de mi país, se llegó a la conclusión que el pago por nuestros servicios como asesores financieros en temas del retiro era demasiado para el desgastado sistema de pensiones obsoleto en que vivimos, lo cual derivó en la reducción drástica de hasta en un veinte por ciento en nuestros incentivos, con tan sólo unas vagas promesas de compensarlo; así que, de pronto, así como así, de la noche a la mañana después de tanta incertidumbre y casi con nada de reservas con qué hacer frente, me encontré desempleada y sin un colchón financiero pues no me liquidaron bajo argucias burocráticas; me hallé sola, porque ya sabes que cuando tu barco empieza a hundirse, los primeros en saltar y abandonarlo son aquellas ratas que pululan por tu vida, y además con el pago de una hipoteca.
Fue un colapso momentáneo, pues tienes que pasar por el proceso de la curva del aprendizaje que todos tenemos que pasar cuando enfrentamos un cambio drástico en nuestras vidas.
Durante muchos años, me vi llegando a los cuarenta años con el título universitario en la mano; con mi propia casa; mi coche, mi familia; e iniciando la carrera que ha sido mi motor de toda la vida: escritora.
Hasta ahora, todo se había hecho, a empujones y con constantes altibajos; claro, han sido más triunfos que fracasos, si hago el corte de caja de mi vida: no soy una persona de vicios, no me gusta el juego, y nunca me he dedicado a actividades dudosas. Conseguí mi casa, un automóvil, tengo mi familia, alcanzando la carrera en administración y hasta ahora he escrito cerca de cuatro a cinco historias que tengo listas para publicar.
Cuando conocí la oportunidad de DXN, el año pasado, me llamó la atención pues vi un abanico de oportunidades para mi: desde la posibilidad de viajar por el mundo hasta darle continuidad a mi carrera como escritora y mi pasión por el tema de administración de negocios, pues siempre me ha gustado la consultoría de empresas y me destaqué en mi carrera en la materia de Proyectos.
Arranqué con un proyecto en esta compañía, DXN; estando desempleada, sin un peso en el bolsillo y sin embargo, con muchas ilusiones y con coraje de salir adelante y empezar de nuevo lo más pronto posible. El apoyo de la familia ha sido un gran sustento. Han sido meses complicados, ya sabes lo que representa el fin de año: gastos y más gastos. Aún y con todo ello, y dando pasos lentos pero firmes, estamos encauzando los esfuerzos en torno al proyecto de una cafetería virtual, que hasta ahora ha sido de mucha sanación, pues es mejor buscar compartir las cosas positivas, así las negativas sólo quedan eclipsadas. He tenido contacto con mucha gente que tiene el alma de triunfador y que buscan alcanzar la realización de sus sueños.
Gracias a mi experiencia como escritora puedo plasmar muchas ideas en papel muy rápido, lo que para medios visuales es excelente, el contenido es fundamental para el éxito. Así mismo los años en desarrollo de mercadotecnia me han traído un cúmulo de conocimientos que explotar... así que empezamos a trabajar en nuestro propio canal de Youtube, cosa muy nueva y novedosa para mi, que jamas creí antes llegar a hacer. Ponerme frente a una cámara para grabar videos para mi propio canal.
Y al día de hoy, con el engranaje de la maquinaria andando, lo que resta por hacer es no detenerse y continuar por este camino, abriendo más brecha todos los días porque vamos hacia la cima.
Mi consejo es que, todo depende de lo que creas y lo que desee con fuerza tu corazón. No importa si estás quebrado ó si crees que debes ser rico para verte al frente de un proyecto de negocios... Visualiza tus metas y mantente firme, aun cuando nadie crea en ti, pues la única palabra que cuenta es la tuya y de quien más necesitas la aprobación y la credibilidad es de ti mismo. ¡Nadie más que tú hará la diferencia para ti!
Te espero en mi cafetería virtual, comparte tus mejores deseos, tus pensamientos más positivos y tus sueños por cristalizar... verás que no habrá nada que te de más fortaleza que proyectarte positivamente. Y recuerda...
¡Disfruta las cosas buenas!
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