Por encima de la frustración
Pon tu frustración en perspectiva, y la mayor parte
desaparecerá. Resiste quedar atrapado en ella, y
esa frustración no podrá controlarte.
Si se los permites, pequeños contratiempos y decepciones
insignificantes pueden llevarte a grandes desbarajustes.
Pero es que no tienes por qué permitirlo.
Cada vez que la frustración esté empezando a abrumarte,
decide retroceder un poquito. Seguro, la situación puede
resultar absurda e indignante, pero ¿de verdad crees que
es tan importante?
Tu ego disfruta haciendo que las pequeñas cosas estallen
de manera desproporcionada, porque es una manera muy
simple de sentirse importante. Sin embargo, también puede
representar una enorme pérdida de tiempo y energía de tu
parte, sin mencionar el impacto negativo que ejerce en tu
actitud.
En la mayor medida posible, toma alguna distancia de las
frustraciones. Aléjate de ellas hacia un lugar en el cual
puedas pensar tranquilamente cuáles son las opciones
que se abren ante ti, y verás que casi nunca hay
necesidad alguna de sentirte frustrado.
Elévate, con una sonrisa en el rostro y generosidad en
tu corazón, por encima de la pequeñez de inútiles
frustraciones. Y podrás ver claramente un camino
rápido, efectivo y pleno alejándote de la frustración.
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