No tienes que hacerlo todo al mismo tiempo, y de hecho no es eso lo que querrías. Haz un poquito, sigue avanzando, y podrás hacer muchísimo más.
No tienes por qué sentirte intimidado por la envergadura o la complejidad del emprendimiento. Tan sólo ponte en marcha haciendo lo que puedes, comprométete a seguir recorriendo el camino hasta el final, y te descubrirás haciendo enormes progresos.
Estar preparado es buenísimo, pero no querrás perder tanto tiempo preparándote como para nunca llevarlo a cabo. Lleva a cabo algo de preparación, lo razonable, y luego encárgate de llevar a cabo algo de trabajo concreto, real y productivo.
Las distracciones, interrupciones, errores y contratiempos aparecerán, pero aun así no tienes por qué dejar que te detengan. Reconoce lo que ha sucedido e inmediatamente recuérdate a ti mismo volver a retomar el curso.
Tienes un anhelo profundamente arraigado de marcar una diferencia así que haz los esfuerzos que satisfagan ese anhelo. Estás destinado a hacer cosas hermosas y maravillosas, así que pon tu tiempo y tu conciencia al servicio de concretar ese bellísimo destino.
La vida rebosa cosas buenas y sin embargo, lo mejor ellas no te será dado gratuitamente. La manera de disfrutar de verdaderas realizaciones es ganándotelas, y eso es algo que puedes hacer en cualquier momento.
— Gabriel Sandler
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