Imagina que los problemas ya no constituyen un problema para ti. Imagina que las frustraciones ya no te frustran.
Imagina que ya no estás limitado por las limitaciones. Imagina que los obstáculos ya no pueden impedirte avanzar.
Ahora piensa esto. Tu vida es como es, no por las cosas que se cruzan en tu camino, sino por cómo tú respondes ante ellas.
Si verdaderamente pudieras imaginar que los problemas no son un problema, así es como sería. Si pudieras imaginar sinceramente que los obstáculos no podrán detenerte, no lo harán.
¿Respondes a las dificultades haciendo que sean peores aún? ¿O prefieres imaginarte superándolas?
El momento que imaginas no modifica ninguna otra cosa que a ti mismo. Y aun así, eso es más que suficiente para transformar tu mundo completamente.
— Gabriel Sandler
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