Proclamando y promoviendo tu propia amargura, te haces
mucho más daño del que nadie podría hacerte. Culpando
a los demás de tus propios problemas pones el control de
tu vida en sus manos.
Esperando y exigiendo ser cuidado renuncias a la libertad
y responsabilidad que tanto sentido le darían a tu vida.
Obsesionándote por tomar revancha y desquitarte por
una herida que has sufrido, prolongas y expandes esa
herida mucho más allá de su alcance original.
En contraste, cuanto más responsabilidad asumas por tu
propia vida, más fuerza tendrás para controlar tu propio
destino. Cuanto más rápida y plenamente puedas
perdonar, más rápidamente podrás volver a ponerte
de pie y retomar el camino.
¿De veras quieres vivir una vida plena de sentido, realización
y alegría? Entonces debes proponerte, cada día, crear ese
sentido, construir esa realización y vivir esa alegría a través
del vehículo que significa tu propia vida.
Ninguna otra persona puede darte lo que realmente importa,
y nadie puede quitártelo. Porque lo que realmente importa
es lo que tú decides libre y amorosamente brindar a la vida.
Amargura, enojo, culpa y revancha no te aportarán nada
valioso. Deja de lado sus falsas promesas y date a ti
mismo espacio para, verdadera y maravillosamente,
vivir.
Gabriel Sandler
¡Tienes que ser miembro de HONGOMANIA para agregar comentarios!
Únete a HONGOMANIA