Rompiendo Fronteras !!!!!

Si todo es energia el tambien lo es.

EL DINERO Y YO SOMOS UNO.

1. Si todo es pensamiento, el dinero también lo es.
Si todo es energía, el dinero también lo es.

Tú también eres energía, ¿no es cierto? Por lo tanto, tú debes
atraer la energía del dinero, hacerte uno con esa energía, utilizando tu
pensamiento.

2. El tema es que, si tú crees que debes conseguirlo de alguna manera en
particular (trabajando en determinado lugar, luchando a brazo partido,
siendo
de alguna forma, en ciertas condiciones), atraerás esa manera y no
dejarás
lugar para lo nuevo. ¿Qué es lo mejor que has pensado? No una fantasía
de
película: TU sueño, el que te nace del corazón: vive abierto a esa
posibilidad.

3. ¿Cuánto dinero deseas, para qué? Pregunta difícil, ¿no? Porque, en el
fondo,
el deseo impuesto por la sociedad es insaciable. Siempre hay algo nuevo,
insuperable, que te hará ser el mejor de la calle, del barrio, de la
ciudad, del
mundo.
¿Notas que nunca es suficiente? Ese es el tema: ¿cuál es el límite?
Si te dejas llevar por la idea de que lo que consigues, lo que compras,
lo que
tienes es tu identidad, nunca hay un límite.

Por lo tanto, examina tus principios, tus códigos de vida y PIDE
SUFICIENTE PARA TODOS.

4. Esto significa que, cuando tú expresaste tus metas, en forma positiva
y clara,
ya expusiste lo que deseabas. Lo que necesitas es suficiente dinero para
que
esos propósitos se hagan realidad, si el dinero está involucrado.
5. Tú tienes el poder de crear lo que es lo mejor para ti: ¿por qué
perder tiempo y
energía en preocuparte por manifestar dinero, cuando puedes crear el
trabajo
que anhelas, las relaciones en que puedas dar y recibir amor, los viajes
que te
nutran? El dinero vendrá como consecuencia de esas metas.

6. ¿Qué sucede si un propósito o el dinero necesario no se materializa?

Puede ser porque algunos aspectos tuyos o el Niño Interior tienen miedo
de los
cambios que sucederán. Ponte de acuerdo en que eso es lo mejor para
todos.

También, puede ser porque la meta no está alineada con lo que tu Ser
Superior
cree que es lo mejor para ti en ese momento. Pregunta y confía.

Otras veces, la petición tiene que ver con miedos e inseguridades y el
dinero
está encubriendo esas sensaciones. Clarifica tus emociones y relájate en
el
amor de Dios.