No culpes a los niños cuando sean mal portados, culpa a quienes fallaron en su disciplina Ralph Waldo Emerson alguna vez hizo la observación, “Nuestra principal necesidad en la vida es que alguien haga por nosotros lo que normalmente no podemos hacer”. Aunque los niños indudablemente no lo reconocen en su momento, ellos requieren de disciplina, particularmente durante sus años formativos. La disciplina define los límites para ellos, les provee seguridad, y es una expresión activa del amor de los padres. Y lo más importante, los prepara para los desafíos a enfrentar en su vida adulta. Si tu niñez fue menos que perfecta, entonces estás en buena compañía. La mayoría de nosotros hemos experimentado dificultades en uno u otro momento, y todos cometemos errores de vez en cuando. La buena noticia es que si bien es cierto que el ambiente que viviste durante tu infancia tiene una profunda influencia en la persona que llegas a ser de adulto, no obstante, no es el único factor determinante. La persona que quieras ser dependerá por completo de ti mismo. Por lo que tú únicamente puedes decidir en quien y en qué quieres convertirte de adulto. Enlace permanente a esta entrada: No culpes a los niños cuando sean mal portados, culpa a quienes fal... |
Este mensaje positivo es traído a usted por la Fundación Napoleón Hill. Lo invitamos a que lo transmita a sus familiares y amigos. Pueden inscribirse en este servicio gratuito a través de nuestro sitio web: http://www.naphill.org Y recuerde, nunca permitas que nada ni nadie te anule tu capacidad de alcanzar tus sueños |
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