¿Qué pasaría si tu dificultad no fuese tan complicada como imaginas? ¿Qué pasaría si en realidad fuese una bendición?
En lugar de asumir lo peor, pon al poder de tu imaginación a imaginar lo mejor. El futuro no ha ocurrido, así que ahora mismo puedes convertirlo en cualquier cosa que decidas.
Imagina que al otro lado de tu problema hay vida, y que es mucho más hermosa que la vida tal como es ahora. Luego imagínate a ti mismo recorriendo el camino hacia allí.
Imagina que eres más fuerte, más capaz, valiente, determinado y lleno de paz. Imagina cómo se siente la confianza, y súbitamente formará parte de ti.
Imagina tus sueños en tal nivel de detalle que efectivamente empieces a vivirlos. Imagina con tanta fe como para asumir el compromiso inquebrantable de dar vida a aquello que imaginas.
Eso que más vívidamente imaginas, y asumes sin cuestionar, y esperas sin dudar, es lo que de hecho vivirás. Imagina lo mejor que podrías llegar a imaginar, y luego encárgate de vivirlo.
— Gabriel Sandler
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