Miércoles 19 de Enero de 2011
Recibirlos como vienen
No puedes forzar al sol a que despunte en el horizonte más
rápido de lo que lo hace. No puedes forzar al verano a que
dure ni un minuto más de lo que dura.
La vida tiene un cierto ritmo, que es lo que le otorga cierto
valor. Asegúrate de respetar y valorar ese ritmo.
Tus mejores oportunidades se harán realidad al ritmo que
resulte correcto para ellas. Si intentas forzarlas para que
se den más rápido, o si tratas de demorarlas, mucho de
su valor se perderá.
En cambio, permite que la riqueza llegue a tu vida a un
paso firme y mesurado. Porque eso te permitirá
experimentar todo mucho más plenamente.
Piensa en lo desagradable que sería comerte todas las
comidas de una vida entera en un solo almuerzo. Date
cuenta cuánto más pleno resulta disfrutar un poco cada
día a medida que lo necesitas.
Decide aprovechar al máximo este instante, y no sentirás
la necesidad de salir corriendo en busca del siguiente.
Los tesoros de la vida se experimentan mejor
dejándolos llegar a su propio ritmo.
Y no permitas que nadie te robe tus sueños y siempre manten tu enfoque
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