En finanzas se utiliza mucho una analogía al hablar de canasta de inversiones respecto a su diversificación.
Durante el tiempo que manejé productos financieros enfocados en fondos de inversión para el retiro, me sentaba con el prospecto y ponía en su mente este escenario:
"Si usted pone los huevos en la misma canasta, corre el riesgo que ésta se caiga y se rompan todos los huevos"
Partiendo de esta premisa, el tema fundamental era poner los huevos en diferentes canastas impidiendo que se rompieran todos los huevos si alguna de ellas por accidente caía.
De esta forma, el riesgo se diversifica y el impacto es menor.
La vida es riesgo constante. Y es latente que cada persona comprometida con su familia y su realización personal estén interesadas en los temas de seguridad, ahorro, prevención y tranquilidad con el propósito de mantener la expectativa de un futuro más amable y sosegado.
En la actualidad muchas personas gozan de la comodidad transitoria de un trabajo estable, desafortunadamente en algunos casos, se establecen en su zona de confort repeliendo aquellas ideas que consideren como una amenaza o invasión a su estado de vida actual, bajo el argumento de que "estoy bien ahora", "por ahora no me interesa", "no tengo tiempo", "no me gusta", "mi familia no está de acuerdo", "tengo todo resuelto", etc.; sin embargo, ¿qué sucede cuando la única fuente de ingresos que les hacía sentir seguridad y alguna estabilidad desaparece?
Comienza la evidente necesidad de solventar lo que es más urgente: las necesidades primordiales. Y ahí empieza el viacrusis para conseguir recursos con los cuales hacerle frente a las obligaciones y compromisos, y no hablemos del costo emocional que esto implica, después de perder el motor de su modus vivendi, viene la depresión y en muchos casos requieren atención de un especialista para superar la etapa de la curva a la reacción el cambio súbito.
Una diferencia consistente entre ingresos lineales e ingresos residuales oscila en que los primeros exigen de intercambio de tiempo por dinero y los segundos hacer una actividad en donde por invertir una sola vez, continuar recibiendo regalías o cobrando dividendos.
Aquí entra la teoría de los huevos.
Pero ¿En qué invertir? Algunos portafolios de inversión tienen un porcentaje muy bajo de rendimiento y no crearán la suficiente solvencia para el caso de un imprevisto.
¿Qué otra opción existe?
Pon los huevos en diferentes canastas, existen opciones de emprendimiento para una crecimiento financiero constante. Empieza a migrar los pensamientos hacia creencias más abiertas hacia las oportunidades.
Considera crear una plan emergente, o plan B, aprovechando alguna habilidad de que seas poseedor para aplicarla en algunos tiempos que tengas después de tu actividad principal.
Cuando decides hacerte de una fuente de ingresos residuales, no es indispensable que abandones al momento todo lo que estés haciendo. Recuerda que vas a comenzar, y antes tienes que aprender cómo conseguir que funcione tu plan B.
Asesórate e informáte. Una alternativa puede ser una inversión de bajo mantenimiento mensual, con la comodidad de un negocio virtual y con las opciones de desarrollo a tu medida.
Apóyate en una franquicia de éxito probada y en el uso de la tecnología.
DXN, líder en la industria del cultivo, fabricación y producción de soluciones en ganoderma tiene altos principios y compromiso financiero, por lo que ofrece una membresía vitalicia y heredable de ingresos residuales.
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