Simplifica tu tarea
¿Qué es complicado y qué es sencillo? Muy a menudo, esto no
es más que una cuestión de percepción y actitud.
Cuando decides que algo será difícil, te envías un mensaje a ti
mismo indicando que esperas tener que luchar con eso. Y sea
lo que fuere que esperes, lo más probable es que lo consigas.
Lo que suele hacer que algo resulte complicado es tu resistencia
a llevarlo a cabo. Hasta el más complejo de los desafíos puede
verse como algo relativamente simple si, a medida que lo
resuelves, lo disfrutas.
La manera de hacer que la tarea resulte más simple no es
evitándola ni mucho menos odiándola. La manera de hacer
que sea más fácil es aceptándola con gratitud y entusiasmo.
Imagina cuán verdaderamente peligroso y agotador habría sido
tu cotidiana realidad si hubieses vivido unos pocos miles de
años atrás. Observa tus tareas del día a día desde esa
perspectiva y estarás agradecido por la oportunidad de
llevarlas a cabo.
Opta por una actitud que haga que tu tarea no sólo resulte más
fácil sino también más efectiva, creativa y plena de sentido.
Siéntete maravillosamente con lo que estés haciendo, y lo
que estés haciendo te dará cosas ciertamente maravillosas.
Y recuerda nunca permitas que nada ni nadie te robe tus sueños y siempre mantente enfocado
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