Recuperarte rápido
Aunque estés totalmente convencido de mantener una actitud positiva,
la vida puede hacer de las suyas. Aunque tengas las mejores
intenciones, habrá veces en las que perderás el rumbo, como
resultado de tus propias acciones.
Cuando eso suceda, no te castigues por ello. Simplemente reconócelo,
acéptalo, aprende de la experiencia y vuelve a ponerte en marcha en
una determinada dirección bien definida.
Ganadores y perdedores, ambos sufrirán tropiezos. La diferencia radica
en que los ganadores habrán aprendido a levantarse rápidamente.
Si cometes un error, o pierdes la paciencia, o caes en distracciones, todo
eso es perfectamente normal y natural y no constituye, para nada, el fin
del mundo. Aunque haberte decepcionado a ti mismo resulte doloroso,
tienes la oportunidad de hacer algo positivo a partir de ese dolor.
Darte cuenta de que lo que acabas de hacer no es lo mejor que podrías
haber hecho, es algo realmente bueno. Porque ahora podrás seguir
avanzando con una determinación más fuerte y renovada aún.
Dándote cuenta de que has trastabillado, decide recuperarte lo antes que
puedas. Muy pronto estarás avanzando más rápidamente aún que antes.
Y recuerda nunca permitas que nada ni nadie te robe tus sueños y siempre mantente enfocado
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