Nutrirse de los desafíos
La vida te desafiará periódicamente. Acepta esos desafíos
con agradecimiento en tu corazón y con creatividad e
ingenio en tu mente.
Cada desafío trae consigo una fuerza enorme. Sal a su
encuentro, trabaja en él de manera sostenida y esa
fuerza será tuya.
Los desafíos pueden resultar dolorosos, incómodos, penosos,
aburridos y demandar muchísimo tiempo. Y esos mismos
desafíos son, también, los que aportan a la vida gran
parte de su sentido, esencia y plenitud.
Una de las mejores cosas que puedes hacer por alguien es
ofrecerle un desafío respetable y pleno de sentido. Una de
las cosas más sabias que puedes hacer por ti mismo es
asumir desafíos cada vez más y más grandes.
Un desafío agudiza tus prioridades y mejora fuertemente tu
desempeño. Una vida de grandeza se nutre, ciertamente,
de los desafíos.
Decide ver cada desafío como la oportunidad de crecimiento,
satisfacción y realización que realmente es. El mundo está
repleto de desafíos, y dentro de cada uno de ellos
encontrarás un valor de veras inmenso.
Y recuerda nunca permitas que nada ni nadie te robe tus sueños
y siempre mantente enfocado
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