Interminable plenitud
La plenitud no pasa por hacer más. Se trata de concentrarte en quién tú
eres, en qué es lo que tienes, y en las acciones que ya estás llevando a
cabo.
La realización fluye a partir de enfocar tu vida alrededor de ciertas
y determinadas intenciones, auténticamente tuyas. Cuando las
intenciones son claras, consistentes y plenas de sentido, ya
tienes suficientes motivos para hacerlas realidad.
Aunque con certeza vas a atravesar desafíos formidables, alcanzar
la plenitud no es una lucha. En cambio, se trata de una expresión
única y magnifica que se nutre de todos esos desafíos.
La realización saca a relucir esos inefables tesoros que yacen en tu
interior, hace que salgan a la superficie y más allá aún, allí donde
se manifiesta su maravilloso valor. La realización es un medio a
través del cual interactúas íntimamente con todo en la vida,
fortaleciendo la presencia de alegrías en el proceso.
La concreción de tus más profundos deseos está siempre presente
en tu vida. A través de tu constante agradecimiento por lo que es,
das lugar a que pueda concretarse aquello que puede ser.
Observa la belleza, siente la alegría, y mantén tus pensamientos
llenos de las más positivas oportunidades, esas que tienen real
sentido para ti. Porque la realización y la plenitud, nunca se
acaban.
Y recuerda nunca permitas que nada ni nadie te robe tus sueños
y siempre mantente enfocado
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