Erradicar los problemas
Ten cuidado con las soluciones rápidas que terminan resultando
peores que los problemas que intentaban resolver. Nada
ganarías de un remedio que resultaría peor que la
enfermedad.
Y por supuesto, una solución que apenas si enmascara, maquilla
o dilata el problema sin atacar la causa de fondo, no puede
aportar nada que valga la pena. Cuando en tu vida haya un
problema trabaja en pos de sacarlo de raíz.
Enfrentar un desafío demanda esfuerzo, y sin embargo ese esfuerzo
resulta necesario sólo durante un período de tiempo relativamente
corto. Escapar del desafío demanda un esfuerzo constantemente
creciente, que no tiene fin.
Cuanto antes empieces a trabajar para resolver un problema, más
rápidamente lo habrás dejado atrás. Cuanto antes te encargues
del origen del problema, más efectivos resultarán tus esfuerzos.
Eliminar de veras la causa del problema demanda realmente más
trabajo que ajustar rápidamente los síntomas. Sin embargo, una
vez que la tarea pesada esté hecha, el problema se habrá ido
para siempre.
Haz lo que tengas que hacer para extirpar el problema de raíz. Y
tus esfuerzos aportarán perdurables recompensas.
Y recuerda nunca permitas que nada ni nadie te robe tus sueños
y siempre mantente enfocado y tu eres esa gran oportunidad que
siempre haz estado esperando aprovecha.
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