Dedica la energía
No sigas poniendo energía en tus miedos. En cambio,
toma de ellos su energía y transfórmala en objetivos
positivos.
Dando más energía a tu enojo no tienes nada que ganar.
Toma su energía y enfócala en acciones plenas y
creativas.
Sea lo que fuere en lo que te concentres, ya sea positivo
o negativo, le estás aportando energía adicional. Ya sea
que lo ames o lo odies, que lo anheles o le temas, tu
foco y tu atención le darán más fuerza en tu vida.
En tus miedos, tus enojos y tus frustraciones puedes
encontrar grandes cantidades de energía. Lo que hay
que hacer con toda esa energía negativa es no agregar
más de ella, sino aplicarla en pos de tus más positivos
objetivos y de tus más preciados
sueños.
Si de veras deseas evitar algo, ten cuidado de no estar
alimentándolo poniéndole foco y energía. Encuentra algo
más por lo cual seguir avanzando y mantén esa meta en
el centro de tu conciencia.
A cada momento puedes decidir dónde concentrar tu
atención y tu energía. Busca mantener tu foco lo más
positivo posible, y te moverás firmemente en dirección
a tus sueños.
Y no dejes que nadie te robe tus sueños y siempre mantente enfocado
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