NUEVA YORK (Reuters Health) - Las mujeres que optan por
beber agua en lugar de bebidas dulces, como gaseosas o jugos de
fruta, tienen un riesgo algo más bajo de desarrollar diabetes.
Un estudio sobre más de 80.000 mujeres seguidas durante una
década sugiere que agregar agua a las bebidas dulces del día no
haría la diferencia, pero que reemplazarlas con agua permitiría
prevenir el trastorno metabólico.
"No es que el agua ayude, salvo con la hidratación, sino que
el resto daña", dijo Barry Popkin, profesor de la Facultad de
Salud Pública de la University of North Carolina.
Las bebidas dulces refuerzan el riesgo de desarrollar
diabetes, según explicó el doctor Frank Hu, profesor de la
Facultad de Salud Pública de Harvard y autor principal del
estudio.
Por eso se recomienda beber agua en lugar de las bebidas
azucaradas y "la pregunta es si ese tipo de sustitución influye
de alguna manera en la aparición de la diabetes".
El equipo de Hu reunió información del llamado Nurses Health
Study, que relevó la salud y el estilo de vida de decenas de
miles de mujeres de Estados Unidos.
El nuevo estudio incluyó a 82.902 mujeres, que habían
respondido sobre la alimentación y la salud durante 12 años. En
ese período, unas 2.700 desarrollaron diabetes.
La cantidad de agua consumida no influía en el riesgo de
desarrollar diabetes, ya que las participantes que ingerían más
de seis vasos por día tenían el mismo riesgo que las que bebían
menos de un vaso.
Pero cada vaso diario de bebidas y jugos de frutas
azucarados estuvo asociado con un 10 por ciento más riesgo de
desarrollar diabetes.
El equipo estimó que con reemplazar un vaso de gaseosa o de
jugo por uno de agua, el riesgo de desarrollar diabetes
disminuiría un 7-8 por ciento.
Aunque no se trata de una diferencia enorme, "la elevada
prevalencia de la enfermedad en nuestra sociedad hace que hasta
un 7-8 por ciento de reducción del riesgo sea significativo
poblacionalmente", dijo Hu a Reuters Health.
Un 10 por ciento de las estadounidenses (o 12,6 millones)
tiene diabetes. Una reducción del 7 por ciento significaría que
serían diabéticas nueve de cada 100 mujeres en lugar de 10 de
cada 100.
El estudio publicado en American Journal of Clinical
Nutrition determinó también que el café o el té amargos serían
una buena alternativa a las bebidas dulces.
Los autores estimaron que reemplazar un vaso de gaseosa o de
jugo de fruta con una taza de café o té reduciría entre el 12 y
17 por ciento el riesgo de desarrollar diabetes.
Para Hu, la importancia del estudio reside en demostrar que
el jugo de frutas no es un buen reemplazo de las gaseosas u
otras bebidas dulces.
"Esos jugos aportan la misma cantidad de calorías y azúcar
que las gaseosas", finalizó el autor.
FUENTE: American Journal of Clinical Nutrition, online 2 de
mayo del 2012
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