Martes 19 de Octubre de 2010
Hazlo
Quienes logran lo que se proponen, se comprometen con la
excelencia pero no se obsesionan con la perfección. Las
cosas se concretan llevándolas a cabo en la vida real, y
no postergándolas hasta que las condiciones sean
perfectas.
En el tiempo que dedicas a preocuparte y pensar si hacer algo
o no, podrías haberlo encarado y terminado. Mientras estás
decidiendo si será el momento adecuado para ponerte en
marcha, podrías haber recorrido ya un largo trecho.
Por supuesto, planifica clara y cuidadosamente pero ponte en
marcha y llévalo a cabo. Aunque las cosas no resulten
perfectas, obviamente podrás lidiar con todos los
obstáculos que puedan aparecer.
El éxito y la concreción no se construyen temiendo equivocarse,
sino gestionando con confianza y seguridad los errores y
sorpresas que puedan aparecer. El deseo de lograrlo
incluye estar dispuesto a convivir con la posibilidad real
y concreta de que las cosas puedan salir mal.
La excelencia se construye enfrentando desafíos. A menudo
éstos resultan ser diferentes de lo que habías imaginado,
pero así y todo tú tienes la capacidad de aprender, de
adaptarte, de ajustar y de sobreponerte.
Ve más allá de tan sólo soñar y planificar y especular sobre
el camino ideal para alcanzar tu meta. Aprovecha todo lo
que tengas al alcance de la mano para llevarlo a cabo.
Y no permitas que nadie te robe tus suenos y siempre mantente enfocado y lo haraz.
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