UN VIAJE EN AUTOBUS
Hoy, viajando en un autobús vi una hermosa muchacha con cabello de
oro, y expresión de alegría; envidié su hermosura. Al bajarse, la
vi cojear. Tenía solo una pierna, y apoyada en su muleta, sonreía.
PERDÓNAME SEÑOR, CUANDO ME QUEJO.
TENGO DOS PIERNAS, Y EL MUNDO ES MÍO!
Fui después a comprar unos dulces. Me atendió un muchacho
encantador. Hablé con él; parecía tan contento que aunque se me
hubiera hecho tarde no me hubiera…
Continuar