El conformismo es generalmente un trastorno, llamado "el hábito de la sombra".

Conformista no es ser espiritual, pero en todo caso deberíamos observar cuándo uno puede transformarse desde una rebeldía a un conformismo.

Todo depende siempre desde dónde se está ubicando la observación.

Para un aborigen, sería una bendición poder tomar agua directamente del rio del PLata.

Para un hombre de ciudad no es potable, debe purificarla.

A veces llegamos a conformismos cuando tenemos más de lo que teníamos antes.

Muchas otras personas tienen, y quieren aún más...

También otras personas se conforman con lo que tienen, pero se quejan y no hacen nada, para salir de esa postura. Sucede que mucha gente vive con lo poco que tiene, sin pensar que pueden hacer algo más en su vida. Pero esto no es sólo desde el punto de vista material, sino me refiero al espiritual.

Las personas conformes con su religión, creen todo sin comprender. No tratan de entender, sólo creen. Ese conformismo es letal o "el hábito de la sombra".

Las personas pueden cambiar todo el tiempo, si saben esto, pueden salir del conformismo.

De cualquier manera habría que ver cómo empleamos el término.
Pués estar conforme con alguién, puede ser un pacto de conveniencias y de armonía.
También estar conforme podría ser, estar resignado a las adversidades.

Si se emplea la conformidad para no tener apegos en la vida, puede que esto le lleve a una persona a tener más vivencias espirituales.

Sin embargo también las personas que están conformes, no siempre suelen tener experiencias espirituales. Pués el motor de todo esto, está en la pura Intención de la vida. Quién no tiene intenciones no puede tener interés y quienes no tienen interés nunca alcanzan nada, ni material ni espiritual.

Por eso todo depende desde dónde se esté observando.
Alguién puede mirar el llano desde la montaña, y la ve de una manera.
Otro mira el llano desde el llano y lo ve de otra. Las perspectivas cambian según las intensiones que anidemos en nuestro ser, o según las intensiones cambian las perspectivas.


AMAN URIM ELIM