No puedes controlar los actos de los demás, pero puedes controlar tu reacción a sus actos, y eso es lo que más debe contar para ti
Nadie puede hacerte sentir alguna emoción negativa, como miedo, enojo, o inferioridad, sin tu permiso expreso. Siempre habrá gente que disfrutará perversamente de tu enojo, o que simplemente juegan con tus emociones para que puedan utilizarlo para sus propios propósitos egoístas. De que tengan o no éxito en sus perversos propósitos dependerá completamente de ti y de cómo reacciones a sus comportamientos negativos. Cuando te veas obligado a lidiar con estas personas, reconoce desde el principio que están tratando de molestarte, no por algo que pudieras haberles hecho, sino debido a que esas personas ya presentan problemas por sus actitudes negativas. Cuando esto suceda, dite a ti mismo: “Esto no me incumbe ni tiene que afectarme y no voy a permitir que esta persona me saque de quicio. Yo tengo el control de mis emociones y de mi vida.”
Y recuerde, nunca permitas que nada ni nadie, le anule su capacidad de alcanzar sus metas.
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