Chequen lo que viene para los que son persistentes
http://www.judejohn.com/LIDERAZGO: EL GRAN RETO
El proceso de convertirse en líder es muy parecido al proceso de
convertirse en un ser humano bien integrado: su carrera profesional es
su propia vida. El líder de Excelencia, a diferencia de otro tipo de
líderes y de seres ordinarios y mediocres, es una persona que ha
aprovechado mejor cada una de sus experiencias; ha hecho de su vida un
entorno pedagógico y está convencido de que el líder se hace por sí
mismo más que por medios externos. Encargarse del propio aprendizaje es
hacerse uno mismo responsable de su propia vida, lo cual es requisito
indispensable para llegar a ser una persona bien integrada; el ideal o
el impedimento están en nosotros mismos.
¿Quién enseña al león o al oso a vivir? Ellos saben por instinto cuánto
necesitan para vivir y simplemente lo hacen. Así el líder debe ir
aprendiendo a través de su propia experiencia lo que necesita para
lograr ser un excelente líder. Así pues, aprender es simplemente
cuestión de recordar lo importante y aprender de uno mismo en relación a
los demás. Reflexione acerca de los siguientes cuestionamientos y
respóndase a sí mismo:
¿Cuáles son las cualidades que se deben poseer para ser un líder de Excelencia?
¿Qué experiencias han sido vitales para su desarrollo?
¿Cuáles han sido los momentos más críticos de su vida?
¿Qué aprendió de cada uno de ellos?
¿Ha fracasado en algunas ocasiones?
¿Qué aprendió de cada fracaso?
¿Existen personas que usted admira?
¿Qué aprendió de ellas?
¿Cómo puede una organización estimular el desarrollo de su liderazgo de Excelencia?
Tener talento de líder no nos garantiza que lograremos la Excelencia en
este campo, de la misma forma en que un joven que tiene talento musical
no tiene la garantía, por ese simple hecho, de que va a lograr la
Excelencia. En ambos casos, hay que hacer que ese talento se desarrolle y
se consolide a través del esfuerzo, la preparación y la perseverancia;
en otras palabras, hay que pagar la colegiatura de la Excelencia, lo que
significa que aun cuando todo el mundo tiene capacidad de liderazgo,
muy pocos están dispuestos a pagar el costo para lograrlo. Para ello es
necesario aprender y capitalizar experiencias propias y ajenas y también
desaprender algunas cosas que uno sabe pero que son erróneas.
Claro, los líderes de Excelencia no están exentos de peligros; tal vez
los corran con mayor riesgo mientras más valiosos sean sus significados.
Por ejemplo, Cristo, Gandhi, Martin Luther King y Abraham Lincoln
fueron asesinados casi como testimonio del peligro mortal que significa
el habernos revelado que podemos ser más grandes, mejores de lo que
somos.
Existen tres razones básicas que justifican la presencia de líderes en las organizaciones:
1. Son responsables de la productividad; generan la riqueza que les asegura su continuidad y desarrollo.
2. Representan la guía a seguir, son el prototipo; marcan la conducta y el estilo que todos deben seguir.
3. Mantienen la integridad corporativa, dan significado al trabajo;
llenan un vacío existencial en el campo laboral, manteniendo y
salvaguardando los objetivos de orden superior y los valores
corporativos.
El líder debe poseer una gran visión a largo plazo, visualizando los
retos y metas a lograr a corto plazo. Desafortunadamente la mayoría de
nuestros empresarios creen que las utilidades financieras son todo, lo
único a lograr, y por esta falta de visión han estrangulado su propia
organización a mediano plazo. El desastre social empresarial de nuestro
tiempo es pensar a corto plazo, situación que se destaca como la más
crítica en Estados Unidos ante la amenaza asiática. Esta última se
caracteriza por su visión a largo plazo y, desde luego, los resultados
están a la vista.
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